Estimado lector, bienvenido a www.inversorjedi.com !
En primer lugar, me gustaría agradecerle su visita a mi blog. Si está leyendo estas líneas es porque tiene curiosidad por saber un poco más sobre el autor de Inversor Jedi. La persona que está detrás de este blog.
¿Quién soy?
Mi nombre es Javier, y aunque nací en Zaragoza, desde hace muchos años vivo en una de las ciudades más bonitas del mundo, Sevilla. Y siendo sincero, me considero una persona totalmente normal como cualquier otra. Es decir, por si te lo estabas preguntando, no soy y nunca seré ningún tipo de gurú de las finanzas, ni un tiburón de la bolsa ni nada parecido.
¿A qué me dedico?
Llevo más de diez años dedicándome profesionalmente al área de las finanzas y contabilidad. He desarrollado mi carrera profesional en varias organizaciones. Desde firmas de auditoría, despachos de abogados especializados en el área fiscal y tributaria, bancos, empresas privadas de tipo industrial y, actualmente, en una organización pública sin ánimo de lucro.
En todos los casos, dentro del departamento financiero asumiendo diferentes funciones. Desde las humildes responsabilidades de un humilde administrativo de facturación y de contable “raso” hasta responsabilidades de carácter más analítico propias de puestos de dirección financiera.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
Siendo sincero, cuando estaba en la universidad, y a pesar que todas las materias relacionadas con las finanzas, contabilidad y análisis económico se me daban bastante bien; no entraba dentro de mis planes dedicarme al área financiera.
Sin embargo, la vida muchas veces te lleva por caminos inesperados. Cuando acabé mis estudios universitarios, estábamos en medio de una de las peores crisis económicas de los últimos años y el área financiera era uno de los pocos campos en los que se podía encontrar trabajo (precario y mal remunerado, como no podía ser de otra manera para un joven que se incorpora al mercado laboral).
Con el tiempo, como ocurre a todos los profesionales, a base de trabajo duro, esfuerzo, ganas de aprender (y también un poco de suerte) fui adquiriendo experiencia y marcando mi camino dentro de los diferentes departamentos financieros de las diferentes organizaciones en las que tuve la suerte de trabajar.
Durante ese trayecto, fui comprobando no sólo que era capaz de hacer bien mi trabajo y de aportar valor a mi empresa, sino que hacía un trabajo que me gustaba y que se me daba bien lo que hacía crecer mi interés por seguir aprendiendo sobre ello, pero ya en este caso, “en la universidad de la calle” dando respuesta a los problemas reales y concretos que mi empresa se enfrentaba en cada momento.
¿Por qué me gustan las finanzas personales?
Dicho todo esto, debo decir que mi interés por las finanzas personales no proviene por mi formación académica ni mi experiencia profesional. Siendo realista, nadie recibe una formación formal y/o reglada sobre finanzas personales. Todo lo que en España sabemos sobre este campo se ha transmitido de “padres a hijos” o por el propio interés de aprender de forma autodidacta de cada persona.
En mi caso, mi interés por las finanzas personales, la cultura del ahorro, la inversión financiera y todos los temas relacionados con ellas se despertaron a raíz de un capital proveniente de un par de herencias que mi esposa y yo recibimos de forma totalmente inesperada.
De repente, cuando recibimos dichas herencias, nos vimos con un capital que sin ser nada extraordinario (ni mi esposa ni yo “nos hemos retirado”, ni nos hemos convertido en “rentistas” ni nada parecido. Seguimos trabajando duro como empleados por cuenta ajena todos los días), si que nos ayudó de forma muy importante en mejorar nuestra situación financiera y, por lo tanto, nos facilitó sentar las bases y a poner en marcha nuestro proyecto de vida.
Con el tiempo, a raíz de dicha experiencia, mi esposa y yo nos empezamos a hacernos varias preguntas.
¿Cómo es posible que nuestra situación financiera antes de recibir las herencias fuera “tan mala”? Teóricamente, según todo los que nuestros padres nos habían siempre enseñado, cumplíamos todos los requisitos para tener buenos trabajos que nos dieran unos ingresos estables y suficientes para tener una vida financieramente desahogada. Pero la realidad era muy diferente. En aquella época todo nuestro capital era unos cuantos miles de euros ahorrados en la cuenta corriente del banco.
¿Cómo consiguieron nuestros abuelos acumular este patrimonio siendo todos ellos trabajadores normales y corrientes? ¿Cómo empezaron, qué hicieron para conseguirlo, cómo ahorraron tanto, cómo hicieron crecer esos ahorros? En ambos casos, nuestros abuelos eran funcionarios. Sus sueldos si bien no eran bajos tampoco eran nada del otro mundo (como la mayoría de los funcionarios). Incluso una de nuestras abuelas era ama de casa.
Hasta donde sabemos no contaban con ningún patrimonio previo de sus familias y lo que es más importante, en ambos casos, tenían varios hijos y a todos les procuraron una educación superior. Y, aun así, fueron capaces de generar un patrimonio bastante decente dada la situación inicial que, a su vez, les aportaron rentas adicionales a las propias de su trabajo.
En ese momento, no éramos capaces de dar respuesta a esas preguntas.
Siendo honesto, a día de hoy seguimos sin tener una respuesta definitiva a las mismas, una fórmula mágica para conseguir lo que ellos consiguieron. Sin embargo, sí que nos animó a investigar, a leer, a interesarnos por el tema. Después de cierto tiempo, hemos llegado a algunas conclusiones sobre las ideas básicas que nuestros abuelos usaron para conseguir lo que consiguieron.
A partir de ahí, como he dicho, la gestión de las finanzas personales es un camino que no tiene un final definido. Es un camino que dura toda la vida, y que tiene, de hecho, muchos destinos finales distintos en función de cuál es tu proyecto de vida.
Además…
Además de todo lo anterior, aparte de trabajador, ahorrador, inversor también soy esposo de una mujer maravillosa que tiene el enorme mérito de aguantarme todo el tiempo (créeme, esa es una tarea nada fácil y para la que no hay preparación posible). También, a la vez 😊, soy padre de dos preciosas niñas que me tienen completamente robado el corazón (aunque a veces se parezcan más a diablillos que a angelitos) y que son las dueñas absolutas de prácticamente todo el tiempo libre que tengo ( si lo sé, tiempo libre y niños pequeños son conceptos totalmente incompatibles…..).
Si has llegado hasta aquí, (¡vaya rollo he soltado!), espero que tengas una mejor idea de quién escribe este blog, siento decepcionarte si esperabas que fuera una “rutilante estrella de las finanzas”, pero la verdad es que no lo soy.
Soy un simple padre de familia luchando por mejorar mis finanzas personales para tener, y con ello poder ayudar a mis hijas a tener, una vida mejor; y que no le importa compartir lo que he aprendido y mis opiniones sobre estos temas con todos aquellos que pudieran estar interesados.
Me despido agradeciéndote nuevamente por visitar mi blog, ¡espero que le guste! y, como no podía ser de otra manera,
¡Que la fuerza (financiera) le acompañe!