Bienvenidos a un nuevo post de Inversor Jedi. Hoy continúo con la segunda y última parte del listado de consejos prácticos para ahorrar que comencé en mi anterior post.
Sin más preámbulo, sigo con el listado de consejos prácticos para ahorrar:
Cuidado con los gastos compartidos, usa una aplicación para llevar las cuentas
Otro tipo de gastos muy habitual sobre el que es muy fácil perder el control son los gastos compartidos.
Todo el mundo tiene este tipo de gastos. Quien más y quien menos tiene un grupo para jugar al pádel y tienen que pagar el alquiler de la pista, o una cuenta compartida de alguna plataforma de contenido audiovisual o musical, etc.
Y ya se sabe lo que pasa. Cuando los gastos son compartidos al final nadie se acuerda (o quiere acordarse) quién ha pagado qué y a quién le toca pagar la próxima vez.
Para que eso no ocurra, otros de los consejos prácticos para ahorrar es que utilicéis alguna aplicación para gastos compartidos. Supongo que habrá muchas, pero yo personalmente uso una que se llama Settle Up
Es una aplicación gratuita (aunque creo que tiene versión premium de pago), que permite crear diferentes grupos con los que compartir gastos. Puedes crear el grupo y luego invitar al resto de los miembros por email, Whatsapp, etc.
A mi me gusta por que es una aplicación super sencilla. Funciona muy bien para lo que yo lo uso, y te permite llevar un registro perfecto de todos los gastos compartidos de forma rápida e instantánea.
Ejemplo de uso real
Yo lo uso para llevar las cuentas con mi esposa. Como cualquier matrimonio tenemos gastos compartidos de muy diversa clase (aparte de gastos propios personales, pero esos no entran en Settle Up). Muchas parejas, lo que hacen es tener una cuenta bancaria común. A dicha cuenta van ingresando dinero conjuntamente desde sus cuentas personales/individuales para ir pagando dichos gastos compartidos.
Sin embargo, esa opción al final es más farragosa. Te obliga a tener más cuentas bancarias de las necesarias (con las comisiones que eso puede conllevar hoy en día que los bancos están que parece que no quieren clientes… y los que tienen casi que les escupen a la cara). Tienes que acordarte de traspasar dinero, asegurarte que siempre haya dinero en la cuenta para atender los recibos, etc.
Con esta aplicación nosotros nos hemos olvidado de todo eso. Simplemente pagamos nuestros gastos compartidos de forma individual y como nos parece en cada momento. Lo único que tenemos que hacer es registrar el gasto y quien lo ha pagado. La aplicación se encarga, en todo momento, de decirnos quien le debe dinero a quien y cuánto.
Cuando queremos «igualar las cosas» sólo tenemos que hacernos un bizum o una transferencia a favor del otro. Registrarlo en la aplicación y asunto zanjado, así de simple. 🙂
Intenta no pagar por nada
Otro de los consejos prácticos para ahorrar es que nunca paguéis por nada. Aunque pueda parecer raro, hay veces que pagamos por nada. O sino, por algo muy parecido a la nada.
De hecho, uno de los sueños de cualquier empresa es poder cobrar a sus clientes por algún servicio o producto que, para ellos, no suponga ningún coste. Es el maravilloso arte de cobrar por nada.
¿A qué me refiero con pagar por nada? Pues por ejemplo, los seguros.
No quiero decir que el negocio de los seguros no sea un negocio legítimo y necesario. Sin duda lo es. Sin embargo es un negocio que se basa en pagar con la esperanza de no tener que usarlo nunca.
Lo que pagamos con un seguro es la posibilidad de cubrirnos un riesgo. Eso, a priori, está muy bien y puede tener mucha lógica. El problema viene cuando, por nuestras circunstancias personales, la posibilidad que ocurra dicho «siniestro» es nula o casi nula.
Ejemplo
Por ejemplo, en los últimos tiempos se ha puesto de moda que las eléctricas o gasistas nos quieran incluir en la factura conceptos adicionales como el seguro de impago. Dicho seguro, que te cobran mensualmente en la factura, se supone que cubriría el importe de la factura en el caso de que, por el motivo que sea, no podamos hacer frente al pago.
¿Tiene sentido pagar por eso? Pues depende. Si la seguridad de tus ingresos es muy alta, por ejemplo porque eres funcionario, entonces no tiene sentido. Estás pagando por nada. Ya que, en principio, nunca vas a encontrarte en la difícil situación de no poder pagar el suministro.
Otro ejemplo sería aquellos seguros que incluyen coberturas que realmente no necesitamos. Por ejemplo, revisando mi antiguo seguro de hogar pude comprobar que incluía coberturas como reposición de joyas y obras de arte hasta 12.000 euros.
Como podéis imaginar, yo no tengo en mi casa ni obras de arte (mas allá de los dibujos de mis hijas que son verdaderas obras de arte). Ni, tampoco, joyas por dicho importe, etc. Por lo tanto, había una parte de mi cuota de seguro que estaba pagando por nada.
En definitiva, con esto quiero deciros que, hay veces, que estamos pagando por nada, por cosas que nunca van a suceder. Es importante que revisemos y comprobemos que lo que pagamos por nada sea lo memos posible.
¿Realmente necesito un iPhone?
Otros consejo práctico para ahorrar es fijarnos bien en las características y funcionalidades de las cosas que compramos. No siempre necesitamos tener el último modelo o el más potente. Ni el servicio más premium de todos los que oferta el proveedor.
A todos nos gustan los iPhones. Son muy bonitos, tienen una estética atractiva y una marca de distinción de exclusividad y calidad. Sin embargo, ¿realmente necesito un iPhone?
La respuesta, en mi caso es rotundamente NO.
Básicamente, yo uso el móvil para hablar por el Whatsapp, leer la prensa, revisar el correo electrónico, redes sociales, hacer alguna foto y poco más. En consecuencia, en mi caso, con cualquier móvil de gama media que tenga un funcionamiento mínimamente aceptable y fluido me vale.
Por lo tanto, si finalmente decido comprarme un iPhone y pagar el precio que Apple quiera cobrarme, hay una parte de dinero que estoy regalando ya que no necesito «todo eso» que me da un iPhone.
Eso mismo ocurre con infindad de productos y servicios. Muchas veces optamos por lo más caro sin tener ninguna necesidad.
Otro ejemplo son las suscripciones premium de Netflix y demás plataformas de servicios audiovisuales. Si tu televisor no tiene capacidad de reproducción en 4K ¿para qué vas a pagar la suscripción premium en calidad 4K?
Para evitar este tipo de gastos innecesarios, os recomiendo meditar bien qué es lo que realmente necesitas en cada producto o servicio que tienes. Después de dicha reflexión, ajustaros a las opciones que cubren vuestras necesidades sin caer en gastos que no vais a utilizar/disfrutar.
Tómate un tiempo antes de hacer alguna compra
Otro de los consejos prácticos para ahorrar que encuentro muy efectivo es poner todas las compras en pausa, durante un tiempo, antes de decidir si quiero realizar esa compra.
Muchas veces, la cultura consumista, nos empuja a hacer compras que realmente no necesitamos. Ya sea por que no tenemos una verdadera necesidad que cubrir o, por que podemos cubrirla con algún producto o servicio que ya tenemos.
Por eso, os aconsejo que, antes de comprar algo, esperéis un tiempo (por ejemplo unas semanas o un mes), antes de comprarlo.
Obviamente, cuanto mas caro sea el producto o más «superfluo» sea la compra que queremos hacer, mayor debe ser el tiempo de reflexión.
Ejemplo real
Yo soy bastante aficionado a los juegos de ordenador. Siempre me ha gustado jugar a videojuegos. Pues bien, como cualquier jugador de videojuegos sabe, con el tiempo es necesario comprar nuevos ordenadores más potentes para poder jugar a los nuevos juegos que van saliendo al mercado.
Durante mucho tiempo, mi ordenador de jugar se quedó anticuado y no podía jugar a las últimas novedades. Así que mi mente, rápidamente, me dijo que necesitaba comprar un nuevo ordenador. Sin embargo, mi mentalidad ahorradora encendió una luz roja de advertencia.
Básicamente, cada vez que pensaba en comprarme un nuevo ordenador (no precisamente barato), mi conciencia ahorradora me decía que era un gasto innecesario y que no me iba aportar la felicidad que buscaba. Simplemente por el hecho de que, en ese momento, no tenía tiempo para jugar de forma recurrente.
Así que me pase varios años, «batallando» mentalmente sobre si debía comprármelo o no, o si podía esperar. Eso fue una buena práctica, ya que me permitió retrasar la compra, ahorrar durante un tiempo para hacer frente al gasto y sobre todo, reflexionar internamente sobre mis prioridades.
Con el tiempo me compré el ordenador, de hecho es el que estoy usando para escribir este post. Aunque siendo totalmente sincero, al final la compra no fue todo lo «satisfactoria» que podría haber sido ya que sigo teniendo muy poco tiempo (por no decir casi ninguno) para jugar a videojuegos.
Por lo tanto, al final, podría haber prescindido de dicho gasto durante más tiempo. Pero en fin, al final todos somos humanos y un capricho de vez en cuando tampoco nos hace daño.
Haz un presupuesto
Este consejo práctico para ahorrar es realmente importante. Cualquier libro sobre finanzas personales y ahorro os recomendará que hagáis un presupuesto. Yo también.
No voy a entrar ahora mismo en detallaros qué es un presupuesto o cómo hacerlo, eso será materia de uno o varios post exclusivos. Sin embargo si que quiero comentaros algunas de las ventajas de hacer un presupuesto.
Ventajas del presupuesto
En primer lugar, hace un presupuesto os ayuda a tener controlada la información más importante sobre vuestra situación financiera. Ello es así porque, para hacer un presupuesto, necesitáis tener y plasmar los ingresos que recibís y los gastos que tenéis.
Os ayuda a tomar decisiones de ahorro en base a las diferentes categorías de gastos que tenéis. Es decir, os ayuda a priorizar aquello que es más importante para vosotros.
Os ayuda a fijaros objetivos de ahorro. Cuando tenéis disponible la información de vuestras finanzas, es mucho más fácil ver donde queréis y podéis ahorrar.
Os ayuda a corregir cualquier desviación en vuestras finanzas personales, ante cualquier cambio en los gastos o los ingresos. Da igual el motivo por el que se produzca ese cambio. En el momento que lo reflejáis en el presupuesto, podéis ver el efecto (positivo o negativo) en vuestra situación financiera y os ayuda a decidir posibles medidas de corrección.
Os ayuda a llevar una planificación financiera a medio plazo. Un buen presupuesto incluye una previsión de vuestros ingresos y gastos por un periodo de al menos, uno o dos años. Yo personalmente siempre incluyo el año en curso y los dos posteriores. Eso me ayuda a planificar gastos o inversiones, en función del dinero que preveo gastar en cada momento.
Como cualquier previsión, se cumplirá o no, pero al menos tengo una «idea general» de mi situación no sólo ahora sino en el futuro más cercano.
Fíjate objetivos, prepara tu plan de ahorro
Otros consejo práctico para ahorrar es fijarse objetivos de ahorro.
En este caso yo no suelo ser tan estricto como otros autores que podéis consultar en internet. Muchos de esos autores te señalan un porcentaje mínimo de ahorro al mes (sobre vuestros ingresos). O una cantidad fija en términos de dinero, por ejemplo, 100€ o 200€ etc.
Dichos objetivos los veo muy arbitrarios, y que no tienen por qué ajustarse a la situación de cada uno. Las finanzas personales de cada persona son diferentes. Cada uno tiene que tener muy clara cuál es su situación, sus necesidades, sus prioridades, etc.
En mi caso, yo prefiero objetivos de un tipo más cualitativo. Yo prefiero fijarme objetivos del tipo «este año voy a revisar todos los seguros que tengo a ver si puedo conseguir mejores precios». O por ejemplo, «este año voy a hacer un estudio de las gasolineras cercanas para ver cual es la más barata».
Yo prefiero este tipo de objetivos porque me dan más libertad para ahorrar donde «más me apetece». Como ya he comentado antes, cada euro cuenta, y da igual de dónde consigamos ahorrar. Adicionalmente, si nos centramos en ahorrar un porcentaje o una cantidad de dinero fijo, de forma arbitraria, podemos entrar en una espiral de frustración y estrés si no conseguimos dicho objetivo. Lo que, a la larga nos puede llevar a caer en el «ahorro malo» y, con el tiempo, a tirar la toalla.
Cancela tus deudas en cuanto te sea posible
El último de los consejos prácticos para ahorrar es cancelar tus deudas.
Básicamente, una deuda es dinero de tus ingresos que, directamente, tienes que darle a otra persona. Visto de este modo, las deudas son la antítesis del ahorro.
Cuando tienes un importe de deudas elevado es muy difícil ahorrar. Ya que una parte de tus ingresos es como si no los tuvieras. Por el contrario, las personas que ahorran se convierten en su propio banco y no tienen que pagarle a nadie por el dinero que gastan.
A medida que vas cancelando tus deudas, vas aumentando el dinero que tienes disponible. Por lo tanto, si tienes mas dinero disponible y no lo gastas (siguiendo una mentalidad ahorradora), es dinero que puedes ahorrar para, posteriormente, adquirir activos que te generen ingresos pasivos.
No vamos a entrar ahora en detalle en el tema de la deuda o en las diferentes formas o métodos que existen para reducir tus deudas. Sólo quiero mencionar en este punto que, en función de tu nivel de endeudamiento, tus deudas pueden ser un obstáculo importante para ahorrar.
Así que ya sabes, te aconsejo que vayas cancelando tus deudas lo antes posible y convertirte en tu propio banco.
Conclusión
Hasta aquí la segunda y última parte del listado de mis consejos prácticos para ahorrar.
Como hemos podido ver en estos dos últimos posts, hay muchos «trucos» y consejos prácticos que podemos poner en marcha para que el reto de ahorrar nos resulte más fácil.
¿Qué pensáis vosotros? Si tenéis algún otro consejo que compartir con la comunidad de Inversor Jedi no dudéis en decírnoslo en la sección de comentarios de este post. Y, como siempre, si os gusta el blog Inversor Jedi no dudéis en compartirlo en vuestras redes sociales y subscribiros al Newsletter para estar al tanto de todas las novedades.
Un saludo y ¡que la Fuerza (financiera) os acompañe!