Bienvenidos a un nuevo post de Inversor Jedi, el blog de finanzas personales, ahorro e inversión para gente corriente. En esta ocasión quiero hablaros sobre cómo categorizar tus gastos.
Categorizar tus gastos es una práctica muy importante a la hora de maximizar vuestro ahorro, y en este post os doy algunas ideas de cómo lo hago yo.
Introducción
Si seguís el blog, recordaréis que en uno de mis últimos post os daba una serie de consejos prácticos para ahorrar más y mejor. Unos de esos consejos era categorizar tus gastos.
Categorizar gastos no es más que asignar a cada gasto un comentario, una etiqueta, para subdividirlos en diferentes grupos o categorías.
En mi caso, yo lo que hago es añadir tantas columnas en mi Excel de control como clasificaciones distintas de gastos quiero analizar. Eso quiere decir que, para un mismo gasto, puedo asignarle no sólo diferentes categorías, sino diferentes clasificaciones. En cada una de esas clasificaciones puedo tener diferentes categorías.
Clasificaciones de gastos
Como he comentado, un mismo gasto puede clasificarse en diferentes clasificaciones en función de lo que queramos analizar. Por ejemplo, no es lo mismo clasificar nuestros gastos en función del tipo de gasto que es (por ejemplo vivienda, suministros, ocio, vestido y calzado, etc.). Que en función de si son gastos obligatorios (impuestos, ITV, seguro de hogar vinculado a la hipoteca, etc.) o voluntarios (suscripción de Netflix, etc.).
¿Cuántas clasificaciones distintas de gastos existen?
Pues la verdad es que pueden existir tantas clasificaciones de gastos como personas. Es decir, cada persona puede decidir clasificar sus gastos en tantas clasificaciones diferentes como quiera o necesite para analizarlos.
Por lo tanto, no existe un listado de clasificaciones cerrada, cada uno es libre de inventarse aquellas que le sean de más utilidad.
Dicho esto, yo os voy a comentar cuales son las clasificaciones que yo utilizo en mi control de finanzas familiares por si os sirve de ejemplo.
Adicionalmente, existen muchos libros de finanzas personales que tratan este tema. Uno de los que me parecen mas amenos es «Superahorradores: Un método innovador para ahorrar, ganas más dinero y vivir mejor» (Diego y Richard Gracia – Editorial Alienta). Al final del post os pongo algunos enlaces a dicho libro en la Amazon.
En general, puedo decir que me gusta la clasificación que estos autores hacen de los gastos, aunque no termino de coincidir con ellos plenamente. Yo tengo mis propias variantes en cuanto a como clasificar y categorizar mis gastos.
Clasificación según la naturaleza del gasto
La primera forma que tenemos para saber como clasificar nuestros gastos es en función del tipo de gasto que realizamos. En otras palabras, utilizando como criterio qué es lo que estamos comprando en cada caso.
Esta es la clasificación más común ya que es la más intuitiva.
En cualquier caso, dentro de esta clasificación, cada persona es diferente y, por lo tanto, las diferentes categorías de gastos pueden variar.
En concreto yo uso las siguientes categorías dentro de esta clasificación:
Vivienda
Dentro de esta categoría yo incluyo todos los gastos relativos a la vivienda como pueden ser hipoteca, impuesto de bienes inmuebles, seguro obligatorio de incendios vinculado a la hipoteca, recibo de comunidad en el caso de que viváis en un bloque de pisos o similar, etc.
Suministros
En este categoría incluyo todos los servicios que cubren necesidades básicas que todo el mundo conoce. Por ejemplo la electricidad, el gas natural o butano, el agua, el servicio de internet y líneas móviles, teléfono fijo (si tenéis, yo por ejemplo no tengo), etc.
Como he comentado antes, la clasificación y categorización de gastos es un asunto totalmente personal, por lo que vuestro criterio puede ser distinto al mío. Yo, por ejemplo, considero que los servicios de comunicaciones (internet y móviles) son, hoy en día, unos servicios totalmente esenciales y por eso los incluyo como suministros básicos.
Alimentación y menaje
Dentro de esta categoría incluyo, básicamente, el importe de la compra semanal de comida y demás artículos de menaje de hogar, etc. Incluyendo no sólo el propio supermercado, sino también posibles compras en mercados de productos frescos, etc.
Coche y demás transportes
En este apartado incluyo todos los gastos propios de ser propietario de un vehículo que básicamente incluyen:
- Gasto mensual de gasolina aproximado.
- Seguro del coche.
- Impuesto de circulación anual.
- Importe de la ITV anual.
- Importe aproximado de la revisión de mantenimiento anual.
Adicionalmente, en este apartado incluyo también el importe aproximado de gastos en transporte público, siempre que sea un gasto recurrente. Por ejemplo, bono de metro o autobús, etc.
Logística familiar y del hogar
En este apartado incluyo los gastos que tenemos para una correcta ordenación de nuestra logística familiar. Siendo padres de dos niñas pequeñas, con trabajos por cuenta ajena fuera del hogar nos es necesario contar con una red de soporte que nos permita conciliar nuestras obligaciones personales y laborales (ya os podéis imaginar, haciendo encaje de bolillos y buscando un equilibrio siempre complicado).
Por lo tanto, aquí incluimos gastos tales como el salario y las cotizaciones sociales de la persona que nos ayuda en casa y con las niñas. Los importes del comedor, el aula matinal, etc.
Educación y compras para las niñas
En esta categoría incluimos todos aquellos gastos propios de nuestras hijas y que no entran dentro de otras categorías.
Entre ellos por ejemplo las compras de ropa (especialmente importantes en septiembre y luego en mayo-junio), los gastos de actividades extraescolares, los gastos de la academia de inglés, los gastos de material escolar y libros del colegio, los gastos de regalos de cumpleaños, y cualquier otro gasto directamente relacionado con ellas, pero que son difíciles de prever de forma expresa por anticipado.
Seguros
En este apartado incluimos todos aquellos seguros no incluidos en otra categoría. Por ejemplo, el seguro de hogar se incluye en la categoría de vivienda y el de vehículo en la categoría de coche y transporte. Por lo tanto, aquí incluimos los seguros de vida, los seguros médicos, etc.
Ocio
En esta categoría incluimos todo lo que gastamos en cosas directamente relacionadas con el ocio. Tanto personal como familiar.
Por ejemplo, el gasto en restauración, el gasto en actividades lúdicas con nuestras hijas (ir al parque de atracciones), el gasto de suscripciones a servicios audiovisuales tales como Netflix o Disney+, el gasto en videojuegos (en el muy raro caso de que decida comprarme un nuevo juego para el ordenador que ya sé de antemano que no voy a poder jugar 🙁 ), etc.
Ropa , calzado y otras compras nuestras
En este apartado incluimos lo que nos gastamos mi esposa y yo en compras para nosotros en conceptos como ropa y calzado principalmente.
Regalos, compromisos y otros
En esta categoría sirve un poco como cajón de sastre.
Aquí incluimos todos esos gastos que nos vemos en el compromiso de hacer, por ejemplo los regalos de navidad (excluyendo a la niñas), los gastos extra que tenemos durante las vacaciones de navidad o de verano. Lo que gastamos en lotería de vez en cuando. Los pagos a los colegios profesionales, etc.
Imprevistos
Para cerrar esta clasificación, tenemos la categoría de imprevistos. Siempre nos gusta tener esta categoría para incluir todos aquellos gastos, de la naturaleza que sea, que no teníamos previsto realizar y que nos hemos visto obligados.
Digamos que es una categoría para los gastos «no recurrentes», es decir que no suelen o deben repetirse de forma normal, pero que siempre ocurren de una forma u otra. Por ejemplo, alguna reparación del coche, etc.
Clasificación según la importancia/inevitabilidad del gasto
Esta clasificación responde a otra forma de ver como categorizar los gastos. En este caso las categorías responde a la pregunta de cómo de importante es el gasto y si el gasto es evitable o no.
Gastos imprescindibles-inevitables
Son los gastos que cubren nuestras necesidades básicas, es decir aquellas que todo el mundo tiene y que no puede evitar (si quiere sobrevivir).
Obviamente, en esta categoría incluimos cosas tales como la vivienda, todos los suministros, los impuestos, algunos gastos relativos al coche (por nuestra situación personal, por desgracia, este tipo de gasto es inevitable). etc.
Gastos importantes
Los gastos importantes son, para mí, aquellos gastos que cubren necesidades que no son esenciales pero que aún así es necesario cubrir de alguna forma.
En otras palabras, son gastos que en el peor de los casos no necesitaríamos para sobrevivir, pero en una situación normal queremos mantener por el motivo que sea.
Para nosotros, por ejemplo, uno de estos gastos pueden ser los seguros de vida. Siendo padres de dos niñas pequeñas, el temor a que nos pase algo en cualquier momento y podamos dejar a nuestras hijas desasistidas es algo que siempre tenemos en cuenta. Por lo tanto, siempre queremos contar con un respaldo para cubrir esa necesidad.
Es totalmente posible que pudiéramos vivir sin ello, pero en base a nuestras circunstancias personales, nuestras preferencias y necesidades, queremos mantener dicho gasto.
Gastos innecesarios o superfluos
Los gastos innecesarios o superfluos son aquellos gastos que, en mi opinión, directamente no cubren una necesidad sino, más bien, un deseo o gusto.
Dentro de estos gastos podemos incluir la mayor parte de los gastos relativos al ocio, restauración, suscripciones a servicios de contenidos online a la carta, etc.
Son gastos que, en caso de necesidad se pueden reducir en gran medida o incluso, si fuera necesario, suprimir completamente.
Gastos absurdos
Los gastos que yo llamo absurdos son aquellos gastos que podemos decir que estamos «tirando dinero a la basura».
Dentro de esta categoría podemos incluir, por ejemplo (y siempre en mi opinión), gastos tales como lotería, tabaco, etc.
En general son gastos que no nos proporcionan ningún beneficio, no cubren ninguna necesidad y, además, en muchos casos son perjudiciales no sólo para nuestras finanzas personales sino también para nuestra salud.
Este tipo de gastos es necesario reducirlos siempre y en todo momento hasta llegar a no gastar nada en ellos. O al menos, establecer una regla, clara e inamovible de cuánto y cómo se va a gastar.
A modo de ejemplo personal, yo gasto 7 euros en lotería todas las semanas. Sólo 7€ ni un euro más ni un euro menos. Esos 7€ equivalen a una apuesta semanal del Euromillones y otra de la Primitiva. Y nada más.
Clasificación según las posibilidades de ahorrar
Esta tercera forma sobre como podemos categorizar los gastos responde a otro objetivo.
En este caso, al asignar diferentes categorías o etiquetas a los gastos, lo que intento es establecer una nota mental sobre cómo de posible es reducir el gasto de cada tipo. Es decir, como de posible es ahorrar en cada uno de mis gastos.
Dentro de esta clasificación, yo uso las siguientes categorías:
Gastos de ahorro imposible
Son aquellos gasto que directamente es imposible reducir su importe ya que no tenemos ningún control sobre lo que nos cuestan.
El ejemplo más habitual son los impuestos. Nadie puede decidir los impuestos que pagan. Ya que los importes a pagar vienen determinado por la ley y demás regulación oficial y, por lo tanto, no tenemos forma de reducirlos. Cosa distinta es que, dentro de la ley, hagamos uso de todos los posibles beneficios fiscales a los que tengamos derecho, pero no significa ahorrar, sino simplemente pagar sólo lo que nos corresponde.
Otro ejemplo de esta categoría es el coste de la ITV de nuestro coche. El coste de la ITV es un precio público, fijado también por el gobierno de la comunidad autónoma y directamente relacionado a las características técnicas y fiscales de nuestros vehículo. No hay nada que podamos hacer para que la ITV nos cueste menos.
Gastos de ahorro difícil
Son aquellos gastos que sí pueden reducirse, pero que el ahorro suele ser de pequeña cuantía o que conlleva un proceso complicado y dificultoso conseguirlo.
Un ejemplo muy típico es la hipoteca. Es un gasto complicado de reducir, no por que no se pueda (de hecho se puede hacer). Pero conlleva un proceso largo, complicado y dificultoso.
Otros gastos de esta categoría suelen ser los relacionados con la educación, por ejemplo los libros de texto. Los libros de texto son los que son. Los fija el colegio, y lo máximo que podemos conseguir es un pequeño ahorro buscando diferentes alternativas o comprándolos de segunda mano, etc. Otro ejemplo sería el servicio de aula matinal y comedor escolar. No tenemos ningún control sobre los mismos, por lo que reducir su coste es muy difícil, salvo que intentemos sólo usarlos en la medida estricta en que nos sean imprescindibles.
Gastos de ahorro posible
En general, aquí podemos incluir todos aquellos gastos en los que sí tenemos posibilidad de conseguir ahorros significativos. Ya sea cambiando nuestros hábitos de consumo o bien buscando proveedores que nos ofrezcan lo mismo pero más barato.
Dentro de esta categoría tenemos todos los suministros básicos del hogar, los gastos en alimentación y menaje, los gastos en ropa y calzado, etc.
Gastos de ahorro total o libre
Estos gastos son aquellos que, por su propia naturaleza, son directamente reducibles o completamente suprimibles a nuestra voluntad.
Básicamente se corresponden con todo lo relacionado con el ocio. Son gastos que no cubren necesidades sino gustos y aficiones. Como es lógico, yo puedo cancelar mi suscripción de Netflix, o mi pase del gimnasio en cualquier momento si quiero o tengo la necesidad.
De la misma forma, puedo decidir salir a cenar con mi esposa sólo un día al mes, en vez de dos, etc.
Clasificación según su recurrencia o variabilidad del importe
Esta cuarta forma de categorizar los gastos lo hace en función de cómo de recurrente es cada gasto en particular, tanto en términos de periodicidad como de variación del precio que pagas.
No es lo mismo la letra de la hipoteca o del alquiler, que sabemos que es algo que tenemos que pagar todos los meses y el importe es siempre el mismo (o muy parecido). Que un regalo de boda para nuestro hermano que se casa una vez en la vida (o al menos cada bastantes años 🙂 y el importe lo pones tú.
En consecuencia, en base a esta clasificación puedes categorizar tus gastos en las siguientes categorías.
Gastos Fijos
Aquellos gastos que se repiten con una periodicidad constante y predecible, ya sea mensual, trimestral, anual, etc. Además, el importe a pagar suele ser constante o variar relativamente poco o dentro de un rango conocido.
Como he comentado, el ejemplo más claro es la vivienda o los suministros básicos.
Gastos variables
Yo categorizo mis gastos como variables cuando no tengo muy claro en qué momento se van a repetir. Por ejemplo la reparación de un electrodoméstico.
O cuando no estoy muy seguro lo que me puede costar. Un ejemplo muy habitual es la revisión anual de mi vehículo. Yo soy de los que piensan que gastarse todos los años un cierto dinero en mantener mi coche en buenas condiciones es la mejor forma de asegurarme que me va a durar muchos años y no me va a dejar tirado por sorpresa.
Por lo tanto, todos los años, el mes anterior a la ITV suele llevarlo a mi taller de confianza para una revisión completa. No sólo los preceptivos cambios de filtros, aceite, etc. Sino revisión completa en la que mi mecánico me aconseja lo que él, si el coche fuera suyo, le cambiaría o arreglaría.
Como podéis imaginar, es difícil de prever el importe a pagar en dicha situación todos los años, ya que depende del estado del vehículo en ese preciso instante.
Bonus para padres: Clasificación de gastos en función de si afectan a mis hijas o no
Por último, como indica el título de esta sección, como padre de dos niñas pequeñas hay una última clasificación que yo aplico para categorizar mis gastos en mi análisis de gastos.
A mi personalmente me gusta etiquetar todos mis gastos en gastos exclusivos de las niñas, gastos de toda la familia y gastos exclusivos de mi esposa y mios.
El objetivo de esta clasificación es bien sencillo. Como ya explique en algún post anterior, mi felicidad pasa por la felicidad de mis hijas. Por lo tanto, para mí, es mucho mas importante cubrir todas sus necesidades primero y, si para ello es necesario sacrificar algún otro gasto, prefiero hacerlo de mis gastos personales.
En consecuencia, siempre doy prioridad al ahorro en todo aquello que no afecte a la salud, alimentación, vestido, educación y ocio de mis hijas. Prefiero salir menos a cenar con mi esposa que dejar de pagar las actividades extraescolares de mis hijas. Por que la felicidad de esto último, ni se acerca a lo segundo.
«Superahorradores: Un método innovador para ahorrar, ganas más dinero y vivir mejor» (Diego y Richard Gracia – Editorial Alienta)
Como os comentaba al principio del post, más abajo os dejo varios links para que le echéis un vistazo al libro al que he hecho referencia antes.
Por si tenéis dudas y en base al principio de transparencia de Inversor Jedi, os informo que los enlaces que pongo a continuación son enlaces afiliados de Amazon.
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Conclusión
Hasta aquí este nuevo post de Inversor Jedi, espero que os haya sido de utilidad.
En esta ocasión os he hablado de cómo categorizar tus gastos, en base a diferentes criterios. Os he comentado qué clasificación utilizo yo y las categorías concretas que uso para etiquetar mis gastos.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Habéis probado a clasificar y categorizar vuestros gastos? ¿Qué clasificaciones o categorías utilizáis? Si tenéis alguna experiencia que queráis compartir conmigo no dudes en dejar un comentario en el apartado de comentarios de esta entrada.
Y, como siempre, si os gusta el blog no dudéis en compartirlo en vuestras redes sociales y subscribiros al Newsletter para estar al tanto de todas las novedades.
Un saludo y ¡que la Fuerza (financiera) os acompañe!