Bienvenidos al siguiente post de la serie dedicada a hablar un poco de los conceptos básicos de las finanzas personales. En esta ocasión vamos a hablar un poco sobre los activos, su definición y que tipos de activos existen.
Introducción
Si recordáis lo que comenté en mi anterior post, los activos son la fuente de dónde obtenernos nuestros ingresos. En este nuevo post quiero hacer un pequeño análisis sobre los activos, su definición y los tipos de activos que existen.
En ese artículo, explicaba que cuando la fuente de los ingresos somos nosotros mismos, es decir nuestro esfuerzo-trabajo vinculada linealmente al tiempo, los ingresos que obteníamos eran ingresos activos. Por el contrario, cuando la fuente de dichos ingresos eran nuestros activos, es decir, algo distinto a nosotros mismos, los ingresos generados eran ingresos pasivos.
Activos: definición y tipos
¿Qué es un activo?
Lo primero que hay que decir en cuanto a la definición de activo es que esta no es pacífica. Existe mucho debate sobre como definir un activo, y las posiciones en disputa son variadas y en ocasiones difíciles de conciliar.
En este blog no pretendo hacer un estudio detallado sobre dicha definición, ya que necesitaríamos mucho tiempo y la discusión podría llegar a tomar una orientación cuasi filosófica. Dado que ese no es mi objetivo, intentaré centrarnos en aspectos más prácticos.
Activo según la perspectiva contable
Según el Plan General de Contabilidad español, se puede definir un activo como:
«Los activos son los bienes, derechos y otros recursos controlados económicamente por la empresa, resultantes de sucesos pasados de los que se espera obtener beneficios o rendimientos económicos en el futuro.»
Plan General de Contabilidad Español
Por lo tanto, viendo la definición, podemos obtener los elementos básicos de lo que constituye un activo, a saber:
- «Es una cosa» (cualquiera que esta sea, un bien, un derecho u otro recurso.).
- «De nuestra propiedad»: Aunque hay activos que no tienen que ser necesariamente nuestros, en el sentido normal y clásico de la palabra de propiedad, a los efectos que nos interesan entenderemos que «los hemos comprados / somos los dueños» de dicha cosa.
- «Que compramos en el pasado»: Dado que no vamos a entrar en discusiones de naturaleza filosófico-económicas, y que ya hemos indicado que somos propietarios, podemos decir que es un requisito meramente redundante al anterior.
- «Y de la que esperamos tener un rendimiento o beneficio»: En otras palabras, que esperamos que nos aporte un beneficio económico.
En consecuencia, según esta definición, prácticamente cualquier cosa que poseo como propietario (o, repito, fórmulas legales análogas que no vamos a detallar), puede ser considerado un activo. Por ejemplo, nuestro coche es un activo, nuestra casa, nuestro móvil, nuestra ropa, etc.
Activo según los autores de literatura de finanzas personales
Sin embargo, esta definición ha sido muy criticada por autores de algunos de los libros sobre finanzas personales más conocidos como, por ejemplo, Robert Kiyosaki.
Dicho autor considera que la definición clásica de activo es, no sólo errónea, sino que además induce a muchas personas a crearse una imagen preconcebida de su patrimonio y de su gestión de las finanzas personales totalmente desencaminada. Para Kiyosaki:
«Muy simplemente, un activo es algo que pone dinero en su bolsillo»
Robert Kiyosaki
En otras palabras, la definición que defiende este autor es que un activo es cualquier bien, propiedad, derecho, etc. que genera dinero a su favor.
Comparación de ambas definiciones
Sin entrar en un gran debate, para mi la gran diferencia entre la definición clásica (o contable) de activo y la definición de Kiyosaki es que la primera define una «cosa» como activo en base a la naturaleza de dicha cosa; mientras que la segunda se centra en la función que cumple dicha cosa.
En otras palabras, desde un punto de vista contable, cualquier cosa o derecho puede ser considerado activo siempre que sea nuestro. Mientras que para Kiyosaki, sólo aquellas cosas que sean nuestras y que nos originen un flujo de tesorería (nos den dinero) positivo pueden ser consideradas activos.
El ejemplo más clásico que utilizamos para ejemplificar la diferencia es nuestra vivienda. Desde un punto de vista contable, siempre podemos considerar un inmueble como un activo. Sin embargo, desde la perspectiva de los autores de finanzas personales, solo aquellos inmuebles que tenemos alquilados pueden ser considerados activos.
En el caso de nuestra vivienda, al ser donde vivimos, no la tenemos alquilada. Por lo que para Kiyosaki, esta propiedad sólo genera flujo de tesorería negativo (nos cuesta dinero) en forma de hipoteca, suministros, seguros, mantenimiento, etc. Por lo tanto, para él, nuestra vivienda es un pasivo.
Mi definición de activo
Como veis, la cuestión no es pacífica y ambas posturas tienen muchos seguidores y detractores. Si queréis saber mi opinión, ninguna de las dos definiciones me termina de gustar.
Por lo tanto, os voy a decir qué es, para mí, un activo:
Un activo es cualquier cosa (bien, derecho, etc.) que cumple los siguientes requisitos:
- Es mío (soy el propietario o similar).
- Tiene un valor cuantificable de forma cierta o se puede vender en un mercado.
- Me genera un rendimiento económico en forma de potencial ingreso pasivo o incremento de patrimonio.
La primera parte de la definición, ser una cosa de mi propiedad no creo que requiera más explicación llegados a este punto.
Me voy a centrar, por lo tanto, en las dos características finales. Valor cuantificable (o susceptible de venta en el mercado) y generar rendimiento económico.
Cuantificable o vendible
Para mí, un activo no puede considerarse un activo si no podemos asignarle un valor monetario. Si estás pensando que este requisito es una tontería te reto a que me respondas a las siguientes preguntas: ¿Cuánto vale la marca Apple? ¿Cuánto vale un cuadro de Picasso?
Exacto, es muy difícil asignarles un valor, por el simple motivo que nadie sabe como valorar esas cosas ( y eso que hay muchas personas que se dedican a valorar cosas de muy distintas formas).
De ahí que en mi definición, añada una segunda parte en este apartado. Si no podemos valorar algo, por que es imposible, esa cosa seguirá siendo un activo si se puede vender. Ya que si se puede vender, es el propio mercado quien, mediante un acuerdo entre comprador y vendedor, le asignará un valor monetario a dicha cosa.
Volviendo a nuestros ejemplos, nadie sabe cuanto vale la marca Apple ni un cuadro de Picasso, pero si sabemos que ambas cosas pueden comprarse y venderse, y serán el comprador y el vendedor quienes mediante su acuerdo de compra venta, les asignarán el valor a dichos bienes.
Rendimiento económico
La ultima característica de mi definición de activo es que me genere un rendimiento económico. El concepto de rendimiento económico es un concepto totalmente indeterminado, nadie sabe exactamente qué es un «rendimiento/beneficio económico».
Yo tampoco sé exactamente cómo podemos definir dicho concepto. Así que, haciendo un esfuerzo conciliador entre ambas corrientes, para mí un activo será aquello que o bien me genere un flujo de tesorería positivo (dinero en mi cuenta bancaria) o incremente mi patrimonio (en caso de que lo venda en el mercado).
De esta forma, un inmueble es para mí un activo, ya sea por que lo tengo alquilado y me genera unas rentas, o bien, porque habite en ella cubriéndome una necesidad (la vivienda) y me de la posibilidad de incrementar mi patrimonio con su venta.
Con esta definición, no sólo cubrimos el requisito de Kiyosaki, sino que también damos respuesta a el problema de no considerar un activo algo que si puede serlo, por la propia definición de Kiyosaki. Me explico, para este autor, las acciones de empresas cotizadas son un activo por que ponen dinero en nuestro bolsillo, pero si lo pensamos bien, eso solo ocurre si me pagan dividendos o si las vendo a un precio mayor al que las compré.
Si ese no es el caso, por ejemplo, hay muchas empresas que no reparten dividendos, o la cotización ha bajado desde que las compré. Entonces, según la propia definición del autor este bien no sería un activo. Lo mismo ocurriría con un inmueble que no consigo alquilar, dicho bien sólo me generaría gastos, igual que mi vivienda.
Tipos de activos
Existen muchas clasificaciones de activos, a continuación os pongo algunas de las más conocidas (no todas por que los criterios para clasificar activos son infinitos):
Liquidez
- Corrientes: Son aquellos activos que podemos convertir rápida y fácilmente en dinero mediante su venta en un mercado organizado. A este tipo de activos se les denomina también de forma habitual activos «líquidos». Adicionalmente, es habitual conocer de antemano y con fiabilidad el valor monetario aproximado que obtendremos con su venta.
- Ejemplos: Acciones, bonos, etc.
- No corrientes (también llamados fijos): Por el contario, los activos no corrientes son aquellos que no podemos convertir en dinero de forma rápida y fácil mediante su venta en un mercado organizado. De forma análoga, es muy difícil o imposible conocer de antemano el valor monetario aproximado que podríamos obtener con su venta, ya que este dependerá en gran medida de la negociación con el vendedor.
- Ejemplo: Inmuebles, vehículos, etc.
Naturaleza física
- Tangibles: Son aquellos bienes encarnados en objetos físicos, es decir, «son cosas del mundo real» que puedes ver, tocar, oler, oír, etc.
- Ejemplos: Joyas, vino, casas, etc.
- Intangibles: Son bienes no materiales, es decir no son objetos físicos sino, más bien, derechos que puedes ejercitar, que te pueden dar un rendimiento económico y son susceptibles de valorar y vender.
- Ejemplos: Patentes, marcas, derechos de autor, muchos activos financieros, etc.
Fuente de su valor
- No financieros: Son aquellos bienes cuyo valor se cuantifica en base a sus características reales propias (físicas o intangibles).
- Ejemplo: Inmuebles, coches, cuadros, diamantes, petróleo, etc.
- Financieros: Son aquellos bienes cuyo valor no se cuantifica en base a sus características reales (ya que es posible que ni siquiera haya un bien real que lo sustente), sino en base a la cotización del derecho adquirido por el comprador en el mercado financiero.
- Deuda pública, acciones, etc.
OTRAS REFLEXIONES PERSONALES
Me gustaría cerrar el post de hoy con una serie de reflexiones personales en relación a los activos que he ido desarrollando con el tiempo desde que empecé a interesarme por las finanzas personales, el ahorro y la inversión.
¿Es el dinero un activo?
Mucha gente piensa que el dinero es un activo. Incluso desde un punto de vista contable, el plan general de contabilidad considera que el dinero contante y sonante en nuestra cuenta corriente un activo.
Sin embargo yo creo que el dinero NO es un activo. El dinero por si mismo no incrementa mi patrimonio, ni me genera un ingreso. Sólo si invierto ese dinero en algún activo (financiero o no) dicho dinero me generará una rentabilidad en forma de apreciación del activo comprado o en forma de renta monetaria.
Es más, en un ambiente normal de inflación reducida pero positiva, el dinero, por si mismo, pierde valor.
Lo que nos lleva a la siguiente pregunta ¿Cuánto vale el dinero? Quizás la pregunta te pueda parecer absurda, podemos responder que el dinero vale el interés que fija el gobierno o el Banco Central Europeo, pero esa respuesta sólo sería una respuesta a medias.
Realmente, ¿Cuánto vale un euro? la verdad es que no existe un respuesta directa a dicha pregunta, ya que para tener una respuesta mínimamente lógica tendríamos que responder que un euro vale un euro. Y tal y como nos enseñaron nuestros maestros en el cole, la definición no puede incluir lo definido, yo no puedo decir que «una nube sabe a nube».
Por lo tanto, para decir cuanto vale un euro tendría que expresar su valor en una «moneda» distinta al propio dinero. Podría decir que un euro vale una barra de pan, o un litro de leche, etc.
Ante todo lo anterior, considero que el dinero, en sí mismo, no es un activo y menos cuando para cuantificar su valor tengo que usar una moneda distinta a la que usamos para valorar el resto de activos.
Excepción a la reflexión anterior
Como cualquier buena regla, para que sea una regla esta debe tener su excepción… 🙂
En realidad, sí que existe un caso particular en el que considero que el dinero puede ser un activo. Ese caso es cuando el propio activo que compro con mi dinero es «otro» dinero. Es decir, cuando utilizo mi moneda local para comprar otras monedas extranjeras. Ejemplo: cuando compro dólares pagándolos en euros.
En este caso, el dinero sí funciona como un activo, pero no los euros (en nuestro caso) sino los dólares que he comprado.
Es una cosa (dinero = activo financiero), de mi propiedad (lo he comprado), valorable y vendible en mercado organizado (debido al tipo de cambio se cuanto puedo obtener si quiero volver a vender los dólares) y que tiene el potencial de generarme un rendimiento económico (si cuando los vendo consigo más euros que los que pagué en un primer momento al comprarlos, entonces he conseguido un ingreso en forma de incremento de mi patrimonio).
Conclusión
Hasta aquí el post de hoy. He querido hacer un pequeño análisis personal sobre los activos, definición y tipos que existen así como una comparativa entre la corriente clásica (contable) y la corriente mas actual elaborada por autores como Robert Kiyosaki
Como veis, los activos y su definición no es una cuestión pacífica y pueden existir muchos puntos de vista diferentes. Yo os he querido aportar el mío, espero que os haya sido de utilidad.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Tenéis vuestra propia definición de activo? Si es así no dudéis en comentarla en la sección de comentarios de este post y, si os gusta el blog Inversor Jedi no dudéis en compartirlo en vuestras redes sociales y subscribiros al Newsletter para estar al tanto de todas las novedades.
Un saludo y ¡que la Fuerza (financiera) os acompañe!